Para rematar stock había productos muy económicos. Se veía desorden, góndolas vacías y se respiraba entre los empleados aire de resignación. Allí se construirá la nueva cancha del «Ciclón».
La ropa tenía promociones 2 x 1 en las prendas para bebés, como por ejemplo los trajes de baño. En los productos del hogar había descuentos considerables en artículos de blanquería: $150 las almohadas y 2 x 1 en almohadones. A pesar de las promociones, las góndolas del hipermercado estaban casi desoladas y se respiraba aire de resignación.
Sin lugar a dudas, San Lorenzo consiguió lo que no lograron los Precios Esenciales: gaseosas 2 x 1, fideos Terrabusi por 500 g $25, porrones de cervezas Corona de 210 ml a $20 y el cacao Nesquik de 500 g a $65.
Los pocos empleados que se veían trabajando lo hacían con un semblante entristecido. Muchos tenían más de 30 años en la cadena y ayer se despedían de su trabajo para siempre. Mientras tanto, en la línea de cajas se podían ver banderas en donde sobresalía la leyenda “Trabajadores de Carrefour Av. De La Plata”.
Tras más de tres décadas operando en el lugar, el supermercado entregará el predio a fines de junio a ese club, cuyas autoridades levantarán allí un nuevo estadio con capacidad para 42.000 personas, de acuerdo con la ley aprobada por la Legislatura porteña en 2012 sobre la expropiación de esos terrenos.
Impacto
El cierre de la sede impactará además en los 170 empleados que trabajan allí. Algunos aceptaron los retiros voluntarios con indemnización del orden del 175% que ofrecía la empresa, que también aseguró el pago del salario de mayo y una cobertura de la obra social hasta fin de año, mientras que otros esperan ser reubicados en distintas sucursales.
“Nos dijeron que nos van a reubicar, pero hasta ahora no sabemos nada más”, contó Juan, de 42 años, quien trabaja allí desde hace más de 15. Explicó que deben “desarmar las instalaciones y preparar la mercadería para llevarla a otros lugares”, y reconoció que a pesar de que la empresa aseguró que no habría despidos, “tiene miedo de perder su puesto de trabajo”.
Mientras tanto, los vecinos se quejan por la llegada del nuevo estadio de San Lorenzo. Para algunos se trata de un “verdadero desastre” ya que generará descontrol y desorden. Para otros, se trata de una verdadera fiesta porque el barrio recuperará su esencia.
La construcción de la nueva cancha, que muy probablemente lleve el nombre de “papa Francisco”, demandará una inversión de dinero que San Lorenzo deberá recaudar en los próximos años, mientras que hasta el momento no se definió qué se hará con el predio que quedará abandonado tras la salida del hipermercado.
Fuente:Ambito
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